Aumentan las muertes por enfermedades respiratorias: crecen un 37% en 40 años

El tabaco, la contaminación, las temperaturas extremas y el ozono son las causas principales, según el Instituto de Salud Global de Barcelona

Aumentan las muertes por enfermedades respiratorias: crecen un 37% en 40 años.
Aumentan las muertes por enfermedades respiratorias: crecen un 37% en 40 años.
  1. El tabaco, el principal agravante
  2. La exposición a sustancias tóxicas
  3. Las temperaturas extremas aumentan la morbilidad 
  4. Condiciones óptimas para el ozono
  5. El efecto del Covid-19
  6. Cómo frenar esta tendencia
Aumentan las muertes por enfermedades respiratorias: crecen un 37% en 40 años.
Aumentan las muertes por enfermedades respiratorias: crecen un 37% en 40 años.

Los expertos están muy preocupados ante el aumento constante de las enfermedades respiratorias. De hecho, estas afecciones, junto con las cardiovasculares, ya son las enfermedades más comunes que afrontan los sanitarios en su día a día.

Las cifras compartidas por el Instituto de Salud Global de Barcelona (IsGlobal) a Confidencial Digital muestran que la tasa de mortalidad (enfermedades respiratorias) por 100.000 habitantes tiene una tendencia claramente positiva desde 1980.

El tabaquismo, la contaminación, las temperaturas extremas y las condiciones óptimas para que se genere cada vez más ozono son las causas principales de este aumento, enumera Hicham Achebak, investigador de IsGlobal.

En primer lugar, es necesario explicar que los expertos trabajan con tasas, en lugar de con números enteros, porque muestran una visión más real de lo que está pasando. 

Hay que tener en cuenta que la población con el paso de los años aumenta, por consiguiente también lo hace el número de muertes. Entonces, trabajar con tasas de mortalidad por 100.000 habitantes permite comparar las cifras de diferentes años con rigurosidad.

Las tasas de los dos últimos años representados en la gráfica, 2020 y 2021, aunque se aprecia un notable descenso, hay que tratarlas con especial cuidado porque coinciden con la pandemia. 

Al igual que el sistema sanitario, los servicios de epidemiología y de notificación de casos de cualquier enfermedad estaban saturados, por lo que dichos años son ‘raros’, avisan los expertos.

Por lo que, exceptuando estos dos últimos años, la tasa de mortalidad por enfermedades respiratorias ha aumentado un 36,97% en 39 años, es decir, entre 1980 y 2019.

Además, el investigador de IsGlobal estima que esta tendencia seguirá aumentando año tras año.

 

A pesar de que todo parece indicar que este aumento de enfermedades respiratorias se puede deber al cambio climático, "todavía es demasiado pronto para decirlo, porque aún se debe estudiar en profundidad", aclara Hicham.

El mismo incide en que el envejecimiento generalizado de la población también es un factor clave en este aumento.

El tabaco, el principal agravante

La Organización Mundial de la Salud publicó un comunicado en el que alertaba que el tabaco mata hasta a la mitad de las personas que lo consumen

También añadía que cada año, más de 8 millones de personas fallecen en el mundo a causa del tabaco. De estas defunciones, más de 7 millones son por el consumo directo y cerca de 1,2 millones por consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno.

A pesar de que cada vez está prohibido en más sitios fumar, el consumo diario de tabaco entre la población española se mantiene estable.

Aumentan las muertes por enfermedades respiratorias: crecen un 37% en 40 años.
Aumentan las muertes por enfermedades respiratorias: crecen un 37% en 40 años.

La última Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES 2022) publicada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) muestra que exceptuando los hombres de entre 15 y 34 años, el resto de grupos han aumentado el consumo diario de tabaco o se han mantenido estables.

Los hombres y las mujeres de entre 15 y 34 años disminuyeron el consumo diario de tabaco desde finales de siglo hasta el 2007-2008. A partir de ese año la tendencia comenzó a ser nuevamente positiva, en el caso de los hombres, y entre las mujeres jóvenes se ha estabilizado.

Sin embargo, el porcentaje de las mujeres de entre 35 y 64 años que consumen tabaco diariamente ha aumentado un 10% entre 1997 y 2022.

La exposición a sustancias tóxicas

Los gases emitidos por el tráfico rodado, las industrias, las grandes explotaciones cárnicas…son los grandes focos de contaminación que existen en las ciudades y que afectan tanto de forma indirecta como directamente al sistema respiratorio de sus habitantes. Además, cada vez son más las personas que viven en zonas urbanizadas.

Por este motivo, entre otros, están aumentando los casos de asma o EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).

La EPOC es una enfermedad respiratoria producida por la inflamación de los pulmones. Genera una obstrucción de las vías respiratorias, como su nombre indica, bloqueando la entrada y salida de aire y disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a la sangre, explican en la Asociación de Pacientes con EPOC. 

La tos crónica, falta de aire, bronquitis frecuente, limitación del esfuerzo, expulsión de flemas matutinas y el dolor en el pecho al toser son los síntomas más comunes.

Contaminación en Madrid.
Contaminación en Madrid.

De hecho, en España, cinco de cada 100 hombres y dos de cada 100 mujeres de 40 y más años padecen esta enfermedad, según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud (2020-2021) publicado por el Ministerio de Sanidad.

Cabe destacar, que esta situación no sólo ocurre en las zonas urbanizadas de España, sino que esta tendencia es común en toda Europa, explican desde IsGlobal a Confidencial Digital.

Las temperaturas extremas aumentan la morbilidad 

Las temperaturas extremas, tanto de frío como de calor, están aumentando el número de defunciones por causas respiratorias y cardiovasculares, inciden los expertos.

A día de hoy, la mayor preocupación de estos son las altas temperaturas que se están registrando en las estaciones estivales.

Sobre todo ponen el foco en las personas más vulnerables que son aquellas que tienen algún problema respiratorio o cardiovascular crónico, y suele coincidir con las personas de mayor edad.

Aunque la población más pequeña también son un grupo de riesgo, no tanto por las patologías respiratorias crónicas, sino porque su sistema de protección frente al calor, es decir, el sistema termorregulador del cuerpo aún no está desarrollado al completo.

El año pasado fue uno de los veranos más calurosos desde que hay registros. Dejó 4.788 muertes atribuibles a las altas temperaturas según el Panel Momo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

Calor.
Calor.

No obstante, los expertos avisan que esta tendencia va a ir en aumento. Durante el verano que viene las máximas que se alcancen serán mayores que las del año pasado, y así sucesivamente. 

También añaden que las alergias que afectan al sistema respiratorio durante la primavera van a aumentar, en tiempo, porque la estación del polen cada vez va a ser más larga debido a estas temperaturas.

Condiciones óptimas para el ozono

Las altas temperaturas junto con sustancias tóxicas como el dióxido de nitrógeno favorecen la creación de ozono, sobre todo durante el verano en las grandes ciudades.

“El ozono es un contaminante secundario que tiene un impacto sobre el sistema respiratorio. Este aparece como resultado de interacciones fotoquímicas del calor con algunas sustancias contaminantes”, explica Hicham Achebak.

Los territorios más afectados por el ozono en los últimos tres años (2020-2022) se han repartido entre la Comunidad de Madrid y el interior de Cataluña, según un informe publicado por la organización Ecologistas en Acción.

A través de este, ha evidenciado que tras 2020 y 2021, años en los que el ozono se redujo en grandes medidas, España sufrió un repunte muy importante en algunas ciudades coincidiendo con los meses más calurosos del año. 

El efecto del Covid-19

A pesar de que la gráfica muestra que durante los dos últimos años, 2020 y 2021, las tasas de mortalidad por enfermedades respiratorias fueron bastante bajas en comparación con el resto de años no se pueden valorar de la misma manera porque son los años de pandemia.

Cualquier persona podría pensar que esta tasa descendió debido al uso de mascarillas y al confinamiento, pero el investigador de IsGlobal argumenta que aún no hay datos ni estudios suficientes como para poder analizar  y estimar lo que esas medidas han supuesto en la incidencia de las enfermedades respiratorias.

Cómo frenar esta tendencia

La mitigación y la adaptación son hasta la fecha los dos caminos para empezar a reducir la incidencia de enfermedades respiratorias, indica Hicham.

La mitigación consiste en actuar sobre lo que causa el problema, es decir, la contaminación. 

“Los gases de efecto invernadero tienen una larga esperanza de vida en la atmósfera. Esto significa que ya es inevitable que la temperatura de la tierra suba unos grados debido a toda la contaminación que hemos estado emitiendo desde hace más de un siglo”, explica el investigador de IsGlobal.

No obstante, “para evitar que el cambio climático vaya a más y se produzca una catástrofe, tenemos que descarbonizar la economía” explica a Confidencial Digital.

La otra vía es la adaptación, que como su nombre indica, consiste en adaptarse a través de hábitos sociales a estas temperaturas extremas. 

Acondicionar tanto los hogares como el resto de establecimientos y espacios cerrados con aire acondicionado para mantener una temperatura ambiente confortable y naturalizar los espacios abiertos con fuentes, lagos, zonas verdes…

Parque Central en Madrid Nuevo Norte.
Parque Central en Madrid Nuevo Norte.

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